El Museo /
La historia

El 27 de enero de 1951 se inauguraba formalmente el Museo Morsbroich como la fundación de un museo de arte contemporáneo en la aún joven República Federal de Alemania. El alcalde en funciones de la ciudad de Leverkusen, el jefe de distrito William Dombois, resumía para esta ocasión las reflexiones del Consejo Municipal y de la Comisión de Arte expresamente formada para la ocasión como sigue:

 

«La ciudad de Leverkusen ha arrendado al barón von Diergardt su Schloss Morsbroich para los próximos 20 años con fines exclusivamente culturales. El museo municipal ocupará la mayor parte del palacio, en el que ya se han realizado los trabajos preliminares y para el que se ha creado un consejo de administración. El consejo de administración tiene la función de (...) organizar exposiciones permanentes de artistas vivos y dar a todos los movimientos artísticos, sin prejuicios ni preferencias unilaterales, la oportunidad de mostrar su maestría y presentarse a la crítica de arte y al público».
Con estas palabras se formulaba el «principio fundamental para el Museo Morsbroich», que la Comisión de Cultura confirmó nuevamente en diciembre de 1952, y que establecía la legendaria categoría de Morsbroich como el hogar del arte joven, experimental e innovador.

Lo que difícilmente se puede imaginar hoy en día es que, tras doce años de empobrecimiento artístico durante la época del nacionalsocialismo, la vida cultural en la región del Rin se desarrollaba en un primer momento y sobre todo en el ámbito privado. Por ejemplo, en el municipio Alfter, cerca de Bonn, la denominada Sociedad de los Jueves (Donnerstagsgesellschaft) organizó entre 1947 y 1950 exposiciones, conferencias, debates y conciertos, también en las salas de un palacio barroco. Así pues, con la apertura del Museo Morsbroich, Leverkusen se situó a la cabeza de un movimiento cultural que tenía como objetivo volver a legitimar la proscrita modernidad, también a nivel institucional, y recibir propuestas e inspiración del arte contemporáneo para la interacción democrática. La invención de la exposición de arte internacional Documenta en 1955 residía precisamente en esta idea de recuperar los años perdidos y dirigir la mirada hacia un futuro visionario.

Exposiciones del Museo Morsbroich

 

Hasta 1986, en el estado federado de Renania del Norte-Westfalia solo había dos museos dedicados al arte contemporáneo: los museos de arte de Krefeld y el Museo Morsbroich, en Leverkusen. Con su orientación especial, las ciudades de Krefeld y de Leverkusen lograban atraer a visitantes a nivel nacional.

Ya bajo la dirección de Udo Kultermann (1959-1964) y, posteriormente, durante la época del director Rolf Wedewer (1965-1995), el museo Morsbroich organizó numerosas exposiciones legendarias que consolidaron la reputación internacional de Leverkusen como una ciudad museo. Udo Kultermann mostraba en 1960 la primera exposición de museo de «pintura monocromática» en todo el mundo. Del 5 al 7 de mayo de 1961, Kultermann organizó los «Días de la Cultura de Morsbroich», con la participación de Theodor W. Adorno, Max Bense, Helmut Heissenbüttel y otros. En 1962, Kultermann dirigió la primera retrospectiva sobre la obra de Lucio Fontana y en 1963 trajo a Leverkusen al joven arquitecto Oswald M. Ungers como conservador, mientras que, a comienzos de la década de 1980, emprendió la reconstrucción y remodelación del museo. Entre otras cosas, Rolf Wedewer hizo que el año 1969 fuera un año de exposiciones inolvidable, cuando con «Konzeption - Concepción» mostró la primera exposición de museo de arte conceptual del mundo y que aún a día de hoy sigue dominando la producción artística, mientras que con la exposición «Räume - environments» convirtió el palacio de estilo barroco en un itinerario diseñado sala por sala por artistas.

En 1986, el paisaje museístico de Renania del Norte-Westfalia cambió profundamente, cuando la Kunstsammlung Nordrhein-Westfalen inauguró en Düsseldorf su nuevo edificio fuera del concurrido casco antiguo y la ciudad de Colonia dedicó a la pareja de coleccionistas, Peter e Irene Ludwig, un nuevo edificio con una arquitectura representativa en las inmediaciones de la catedral y de la estación principal de ferrocarril. Ambos edificios están dedicados a la modernidad clásica y al arte contemporáneo, al igual que el Museum Abteiberg inaugurado en 1982 en Mönchengladbach.

El programa del Museo Morsbroich


1. Curt Schweicher (1951-1958)

Desde su creación, el programa del museo depende en gran medida de los correspondientes directores de la institución. Como primer director, Curt Schweicher (1951-1956) aplicó con rigor las normas del Consejo y de la Comisión de Arte y su programa se basó en tres pilares:
1. Artistas y grupos de artistas tales como «Rheinische Sezession Düsseldorf» (1951), «Xaver Fuhr - Aquarelle» (1952), «Bergische Kunstgenossenschaft Wuppertal» (1952), «Anton Räderscheidt. Ölgemälde, Aquarelle, Zeichnungen 1922 – 1952» (1952), «Werkkunstschule Krefeld» (1955) o «F.M. Jansen» (1955)

2. Arte de otros países como, por ejemplo, «Schweizer Graphik der Gegenwart» (1951), «Englische Lithos und Monotypien» (1953), «Industrie und Handwerk schaffen neues Hausgerät in USA» (1953), «Das neue Bauen in Holland» (1953), «Fantastische Basler Malerei» (1955), «Brasilien baut» (1956) o «Italienische Malerei heute» (1956)

3. Arte de la modernidad clásica, como «Vom Impressionismus bis zur Malerei der Gegenwart. Eine Wanderausstellung von Reproduktionen. Veranstaltet von der UNESCO» (1951), «Deutsche Kunst des 20. Jahrhunderts aus der Sammlung Haubrich» (1953), «Oskar Moll» (1954), «Fernand Léger» (1955) o «Robert Delaunay» (1956)

Una de las exposiciones más significativas organizada bajo la dirección de Curt Schweicher reunía los tres aspectos de su programa: Ausgewanderte Maler (1955).

El propio Curt Schweicher describía los motivos que le impulsaron a organizar esta exposición:
«Muchos, para quienes el arte es su pasión, querían ver una vez juntos a aquellos artistas que abandonaron Alemania, ya fuera en el momento en el que su arte era destruido en Alemania y su vida estaba en peligro, ya fuera en un momento anterior, cuando su propio impulso artístico de ampliar sus conocimientos les llevó a visitar otros países y ciudades. (…).
Entre ellos también hay artistas que no son alemanes. Alemania era para ellos un país de paso o su país de adopción, que abandonaron voluntariamente o que tuvieron que abandonar. De este modo, la exposición rememora una escena artística alemana, antaño floreciente; una escena artística alemana muy receptiva para la que, más allá de la cuestión del origen nacional del entusiasmo por el arte, quizás sea la internacionalidad de la Bauhaus un síntoma y un símbolo.»

Con esta exposición, Schweicher volvía a profundizar en las ideas fundacionales de los ciudadanos de Leverkusen de que el museo se convirtiera en un símbolo contra la barbarie del nacionalsocialismo y contra su rechazo al arte moderno. La venta de obras de arte de los museos públicos y la presión propagandística que también llegó a ser física sobre los artistas, coleccionistas y el personal de los museos, condujo a la pérdida de un extraordinario patrimonio cultural y a la emigración y al asesinato de artistas: con el Museo Morsbroich se erigía un símbolo contra de la dictadura y su aparato represor, que despreciaban a la persona y al arte por igual. 

2. Udo Kultermann (1959-1964)

Udo Kultermann defendió desde el principio de su cargo un enfoque decididamente progresivo con respecto al arte, interesándose especialmente por las exposiciones transfronterizas. En 1962, el director del museo resumía sus creencias como sigue:
«El museo Morsbroich va a volver a posicionar el arte en el lugar que había perdido en el centro de la comunidad, es decir, vamos a derribar los muros del museo. Y es que es absurdo pensar que un museo exista por sí solo: el museo puede ejercer unas funciones más definibles en la comunidad. El arte no solo existe para el arte. Desde el punto de vista del arte contemporáneo, que debe desprenderse del caos como arte que se comporta de un modo absurdo, Morsbroich tiene la intención de asumir una nueva responsabilidad con el orden y la armonía y, a través de las obras de jóvenes artistas, crear nuevas reglas y patrones, una nueva dinámica y un nuevo ritmo para todas aquellas personas interesadas en la armonización del hombre con su entorno, con los demás y con el cosmos. Al igual que en la sociedad y en la política, aquí se trata de franquear los límites fraguados para superar incluso las barreras existentes entre estos ámbitos tan distintos y volver a integrar el arte en la realidad de nuestra cotidianeidad».

En los cinco años de su labor como director (1959-1964), Kultermann presentó, entre otros, al arquitecto, artista y diseñador suizo Max Bill, quien, como maestro en la Escuela de Artes Aplicadas de Zúrich y uno de los fundadores de la Escuela Superior de Diseño de Ulm, defendía el concepto de artista sin fronteras, comprometido con la política y la sociedad. La legendaria exposición «Monochrome Malerei» (Pintura Monocromática) con la que Udo Kultermann presentó por primera vez en la primavera de 1960 el concepto de un «nuevo arte sin arte», la «expresión de una visión de nuestra sociedad, que va más allá del arte». Y el artista cosmopolita Lucio Fontana, a quien Udo Kultermann presentó en el Museo Morsbroich del 12 de enero al 4 de marzo de 1962 con la mayor retrospectiva de su obra hasta el momento.

También presentó «Roberto Crippa» (1960), la exposición «Ad Reinhardt, New York, – Francesco Lo Savio, Rom, – Jef Verheyen, Antwerpen». En 1961 presentó una exposición comisariada por Yona Friedman sobre «Arquitectura Móvil» y en el mismo año organizó las «Jornadas de arte de Morsbroich» con un marcado carácter interdisciplinar, en las que participaron Theodor W. Adorno, Max Bense, Otto Mauer, Umbro Appollonio, Heinz-Klaus Metzger, der Tänzerin Kaluza, Frei Otto, Norbert Kricke, Gerhard v. Graevenitz así como Helmut Heissenbüttel, Franz Mon y Hans G. Helms. En 1962, presentó la gran retrospectiva de Kazimir Malevich, iniciada por el Stedelijk Museum Amsterdam, con la que, por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, se volvía a mostrar al gran público la obra del suprematista ruso. En 1962, Kultermann organizó una gran exposición sobre el constructivismo y en 1963 presentó «Die gläserne Kette. Visionäre Architekten aus dem Kreis um Bruno Taut 1919–1920», para cuya ejecución logró la colaboración del joven Oswald Mathias Ungers. En 1964, su último año como director, Kultermann  mostró, entre otras cosas, la obra gráfica del director soviético Sergei Eisenstein, junto con la proyección de algunas de sus películas.

Este estricto enfoque interdisciplinario y basado en un cambio fundamental de la sociedad siempre chocó con la comprensión de la población. La extraordinaria calidad del trabajo de este director ha sido plenamente reconocida con carácter retrospectivo.

3. Rolf Wedewer (1965 – 1995)

En 1965 ocupó el cargo de director Rolf Wedewer, mucho más audaz que su predecesor y con el objetivo de crear un debate público lo más controvertido posible en su puesto en Leverkusen.
Wedewer presentó exposiciones temáticas radicales, tales como «Realismus der Symptome» (1966), «Tradition und Gegenwart» (1966), «Fetisch-Formen» (1967) y «Fetisch Jugend. Tabu Tod» (1972). Las exposiciones más destacadas fueron, entre otras, las exposiciones montadas en 1969 «Konzeption – Conception» y «Räume – environments».
Durante el periodo de Rolf Wedewer, el palacio fue renovado por el famoso arquitecto colonés Mathias Ungers Oswald (1981-1985). Wedewer aprovechó la reapertura para organizar una brillante exposición comparativa de escultura egipcia y moderna (1986).

4. Susanne Anna y Gerhard Finckh (1995 – 2006)

Mientras Curt Schweicher, Udo Kultermann y el principiante Wedewer mantuvieron unos fuertes enfoques programáticos, Susanne Anna (1995-1999) y Gerhard Finck (2000-2006) realizaron una programación más abierta. Anna se vinculó puntualmente al enfoque de Wedewer en el informalismo, así como a su temprano interés en las controvertidas exposiciones temáticas. Por su parte, Gerhard Finck trató de integrar el modernismo de posguerra con artistas destacados de la talla de Andy Warhol y Robert Motherwell y buscó colaboraciones específicas con colecciones privadas («Darlings: Bilder und Skulpturen aus privaten Sammlungen», 2001; «Franz von Lenbach und die Kunst heute», 2005). En este aspecto, la fructífera colaboración periodística con la editorial Alfred Neven DuMont, cuya colección exhibida de pinturas de Franz von Lenbach Finck presentó en 2004 con motivo de la exposición «Franz von Lenbach und die Kunst heute», y la cooperación con la exposición de jardinería y horticultura Landesgartenschau en Leverkusen en 2005 tuvieron una gran afluencia de público.

5. Markus Heinzelmann (desde 2006)

Markus Heinzelmann dirige el museo desde 2006. Como historiador del arte de formación clásica, Heinzelmann aporta su experiencia en el sector público (Sprengel Museum Hannover 1996-1999) y privado (Director Ejecutivo en Siemens AG 1999-2006). Para el Sprengel Museum, Heinzelmann organizó exposiciones en el campo del arte clásico, moderno y contemporáneo. Asimismo, en colaboración con museos públicos y galerías de arte, organizó para Siemens AG exposiciones temáticas de arte contemporáneo que se adaptaban de una manera especial a la historia y la ubicación de las instituciones colaboradoras.
Sobre la base de esta experiencia y competencias, Heinzelmann ha desarrollado un programa claramente perfilado que se adapta específicamente a la ciudad que alberga el Museo Morsbroich, Leverkusen. 

Reestructuración de las instituciones de Morsbroich

La organización de las instituciones de Morsbroich, en especial, la interacción del museo y del círculo artístico Kunstverein, no era satisfactoria en 2006, debido a que limitaba la independencia y desdibujaba el perfil de cada una de las instituciones. Por ejemplo, la Studiogalerie, situada en el ala sur, también era utilizada por la Kunstverein y por el Museo Morsbroich. Debido a este uso compartido, para la Kunstverein era difícil ofrecer una imagen programática clara de sus actividades. Por el contrario, las exposiciones del museo que se celebraban en la Studiogalerie eran a menudo atribuidas por el público al Kunstverein, en lugar de al museo.
Además, casi la totalidad de la superficie de la última planta del edificio principal del palacio ya no se podía utilizar para exposiciones, porque se utilizaba como almacén y su mantenimiento había sido descuidado en gran medida. Solo dos salas y media anexas se utilizaban para la presentación de una sección transversal del legado de Ludwig Gies, que se exhibía allí inalterada desde 1997.
Para reforzar considerablemente ambas instituciones y lograr que sus actividades programáticas fueran más visibles, en 2007 se acordó con el Kunstverein realizar un programa completo durante todo el año en las instalaciones del ala sur. Al mismo tiempo, la última planta del palacio fue despejada y renovada. Como parte de esta reestructuración, el museo ganó un 40 % más de espacio expositivo, el cual desde entonces alberga el fondo gráfico.
De esta manera, Heinzelmann pudo materializar un objetivo importante de su política para el museo: poder dedicarse más intensamente a la colección del Museo Morsbroich y a su presentación al público de Leverkusen. Así pues, desde la reestructuración, la planta que alberga el fondo gráfico acoge durante medio año la presentación de tendencias más jóvenes y experimentales del campo de las artes gráficas, mientras que la otra mitad del año alberga presentaciones de la colección.
Esto también quedó claro con la inauguración de la planta del fondo gráfico en enero de 2008, cuando en las tres plantas de exposición se presentaron «las obras maestras de la colección gráfica del Museo Morsbroich» bajo el título «Blattgold» (Pan de Oro). Acompañando a esta exposición, el museo editó un extenso catálogo que documentaba y reproducía la colección gráfica del museo con criterios científicos.
Simultáneamente, Heinzelmann reformaba cuidadosamente el parque del palacio para ofrecer a los visitantes de Leverkusen y del recinto del museo una experiencia artística «sin necesidad de entrada». La fuente del artista danés Jeppe Hein («Water Island Morsbroich») ofrece desde 2010 a niños, adolescentes, recién casados, turistas de arte y paseantes por igual una experiencia con el agua inolvidable.
Desde un principio, Heinzelmann también persiguió el concepto de mejorar todo el complejo del Palacio de Morsbroich. Las instituciones que tienen su sede en el palacio, como el Kunstverein, el museo, la tienda del museo, la sala de eventos Gartensaal, el restaurante, el Registro Civil y el parque, debían quedar reforzadas lo mejor posible con la reestructuración, para que Morsbroich pudiera funcionar como un destino atractivo para los ciudadanos de la ciudad de Leverkusen y sus visitantes. Según una estimación conservadora, cada año visitan el complejo del Museo de Morsbroich unos 40 000 personas.

Los tres pilares de la labor programática del Museo Morsbroich:
la colección del museo ─ la historia del museo ─ el lugar como punto de partida de exposiciones

Frente al Museo Morsbroich, los museos de ciudades como Colonia, Düsseldorf y Essen gozan de mayores ventajas gracias a su ubicación y a la continua y elevada dotación financiera. Las entidades responsables invirtieron en el pasado mucho más dinero en el montaje y ampliación de sus colecciones, así como en sus instalaciones, en nuevos edificios, etc. Las autoridades locales han construido infraestructuras de transporte adaptadas a la cultura. Desde hace décadas, estos museos disfrutan de recursos consolidados en el ámbito de la mercadotecnia de la ciudad, publicitando también otras actividades turísticas que patrocinan y complementan la oferta de los museos. Además, los habitantes de estas ciudades se consideran de una manera más pronunciada ciudadanos de su ciudad y se vuelcan de una forma más activa a los posibles puntos de consolidación de la conciencia urbana, del orgullo cívico y de la identificación con su ciudad.
Teniendo en cuenta que el estancamiento de la inversión frente a otros municipios similares o de mayor tamaño que Leverkusen iba a ser difícil de superar en un futuro próximo, Heinzelmann hizo hincapié desde el principio de su gestión en el carácter especial del palacio de Morsbroich. Morsbroich es un lugar histórico (documentado desde 1220), arquitectónico (con edificios de los siglos XVII - XIX) y, desde el punto de vista de la historia del arte, un lugar destacado en la joven ciudad de Leverkusen. Aquí se reúne la sociedad civil para celebrar ceremonias y festejos de gran importancia para toda la ciudad, así como para asegurar su propia historia y singularidad mediante una oferta museística especial. Los ciudadanos de Leverkusen no identifican Morsbroich con la pertenencia a una zona o barrio determinados de la ciudad y, por lo tanto, no forma parte de ninguna rivalidad profunda entre los distintos distritos de la ciudad.

En Morsbroich no se celebran las clásicas «exposiciones de cubo blanco» (exposiciones en un lugar neutro, construido especialmente como espacio de exposición). Sin embargo, sus salas barrocas con ventanales, los techos con ornamentación de estuco y las numerosas puertas de comunicación entre salas hacen de su espacio expositivo un lugar único. Esta característica ofrece al Museo Morsbroich un concepto que utiliza en sus exposiciones y que hace hincapié en el lugar de la exposición como propuesta única de venta: se deben celebrar tantas exposiciones como sea posible, exposiciones que solo se puedan organizar en Leverkusen o que, por lo menos, puedan mostrarse especialmente bien en Leverkusen.
Así pues, aproximadamente la mitad de todas las exposiciones celebradas en Morsbroich desde 2006 se refieren explícitamente al lugar como espacio arquitectónico o social, a la historia del museo y a su relación con determinados artistas o muy directamente a la colección del museo.

1. El lugar como punto de partida de exposiciones

El museo utiliza regularmente el edificio del castillo como punto de partida y temática de sus exposiciones. El hecho de que sus administradores pongan de relieve la historia del edificio y de sus habitantes, así como su arquitectura, hace que la singularidad de la situación de los habitantes de Leverkusen ocupe un lugar central: nos encontramos ante un edificio con carácter, experiencia y características especiales, que ofrece a los ciudadanos de Leverkusen y a sus visitantes la posibilidad de encontrarse con el arte y la historia.

Ejemplos:
• Personal Affairs. Neue Formen der Intimität (2006)
• Ann Veronica Janssens. An den Frühling (2007)
• PROJECTS: DONE. Eine Ausstellung von Candida Höfer mit Kuehn Malvezzi (2009)
• Frauenzimmer (2011)
• Rosemarie Trockel / Paloma Varga Weisz. Maison de Plaisance (2012)
• Zeitgespenster. Erscheinungen des Übernatürlichen in der zeitgenössischen Kunst (2012/2013)
• Thomas Grünfeld – homey. Werke von 1981 bis 2013 (2013)
• Zilla Leutenegger. 13 Räume – Eine Biografie in Kleidern (2013/2014)
• Jäger & Sammler in der zeitgenössischen Kunst (2014)
• Jana Gunstheimer (2015/2016)

3. La colección como punto de partida de exposiciones / Exposiciones de la colección

Aunque la ciudad de Leverkusen ha suspendido desde el año 2004 el presupuesto de compras del Museo Morsbroich, su colección propia es a menudo el centro de las exposiciones. Con cerca de 600 obras del campo de la pintura y la escultura, así como en torno a 4 000 obras del arte gráfico, es una colección relativamente pequeña. Además de las presentaciones individuales tradicionales y de las exposiciones retrospectivas, el museo se centra especialmente, por ejemplo, en la magia como elemento unificador de determinados objetos de la colección o en la gestión de la colección por artistas como Jan Albers y Jens Ullrich.

Ejemplos:
• VIP III. Arena der Abstraktion (2006)
• Blattgold. Meisterwerke der grafischen Sammlung des Museum Morsbroich (2008) und Georg Baselitz (2008)
• Jan Albers & Jens Ullrich: Kollekte (2009)
• Alfred Hrdlicka. Wie ein Totentanz (2010)
• Fred Sandback. Zeichnung, die man bewohnen kann (2011)
• Hans Salentin. Collagen mit Papier und Metall (2013)
• Eine Handvoll Erde aus dem Paradies. Magische Objekte aus dem Museum Morsbroich (2013/2014)
• Blinky Palermo. Das Grafische Werk (2014/2015)
• Asimismo, el Museo Morsbroich mantiene una colaboración ejemplar con la iglesia evangélica Christuskirche de Wiesdorf, donde en 2011 y 2014 organizó exposiciones de obras de Rudolf Schoofs y Franz Hitzler abiertas al público y procedentes de las colecciones del Museo de Leverkusen.

4. La historia del museo como punto de partida de exposiciones

El encargo de fundación del Museo Morsbroich decía en 1951 «celebrar exposiciones permanentes de artistas vivos». Después de más de 60 años de una labor expositiva ininterrumpida, queda claro que el museo ha celebrado una gran variedad de exposiciones de importancia histórica. En la actualidad, el museo recuerda esta historia, no solo para destacar la posición de la ciudad como faro cultural de la innovación y del progreso, sino también para resaltar el impulso de la ciudad de Leverkusen en el presente.

Ejemplos:
• El teatro está en la calle. Die Happenings von Wolf Vostell (2010)
• Keramische Räume. Lucio Fontana, Norbert Prangenberg, Thomas Schütte, Rosemarie Trockel, Markus Karstieß (2014)
• More Konzeption Conception Now (2015)

El programa de Morsbroich en el espejo de otros
Con su modelo basado en tres pilares, el Museo Morsbroich presenta el palacio de una forma intensa a través de la colección, como punto de referencia arquitectónico y social, y de su historia. El diario Neue Zürcher Zeitung (NZZ) alabó este enfoque en 2009 con un artículo de varias páginas sobre la cuestión de la gestión contemporánea de los artículos de colección (12 de diciembre de 2009). Bajo la rúbrica «Zwischen Wunderkammer und Mausoleum» (Entre gabinete de curiosidades y mausoleo), la autora describe el problema: «Un indicador de éxito y un argumento a favor de la financiación pública es y sigue siendo la cuota de visitantes. Cuando se contrae, se estanca la ampliación de la colección y los objetos que forman parte de la misma no se puede ver ni restaurar: el museo se convierte en un mausoleo. (...) ¿Por qué en lugar de invertir en nuevos y espectaculares edificios, así como en eventos fácilmente olvidados, no invertimos en la conservación de museos ya existentes parcialmente deteriorados y en sus colecciones y bibliotecas? ¿Qué tipos de soluciones podemos implementar?»
La autora cita tres instituciones y una red en Alemania que han solucionado este problema de forma ejemplar: el Städel Museum de Frankfurt, los Staatlichen Museen de Berlín y los RuhrKunstMuseen como una unión de un total de 20 museos, así como el Museo Morsbroich de Leverkusen: «Algunos directores de museo amantes de los experimentos nos enseñan cómo se podría actuar. Por ejemplo, Markus Heinzelmann creó, en exposiciones cambiantes, puentes significativos entre el arte contemporáneo y obras de su propia colección, convenciendo al jurado de la Asociación de Críticos de Arte para que nombrara al Museo Morsbroich (en Leverkusen) Museo del Año 2009».

Premios y reconocimientos
La calidad de las exposiciones y la gestión especial de la colección, del lugar y de la historia de Morsbroich ha atraído la atención a nivel nacional. Gracias a esta gestión, por primera vez en sus más de 60 años de historia el museo de Leverkusen ha sido premiado en diversas ocasiones en los últimos años.

1. Exposición del año en Renania del Norte-Westfalia 2008 El premio a la exposición del año (Welt am Sonntag), que cada año otorga un distinguido jurado formado por expertos, es el premio más importante para los museos dentro del estado federado. En 2008, la exposición «Gerhard Richter. Übermalte Fotografien» comisariada por Markus Heinzelmann, fue seleccionada para la exposición del año. Esta exposición fue organizada en estrecha colaboración con el artista residente en Colonia y en ella se exhibieron un total de 500 obras de un género hasta entonces prácticamente desconocido en la obra de Gerhard Richter. La colaboración en esta exposición con el Museum Ludwig de Colonia fue totalmente innovadora. El Museo Morsbroich y el Museum Ludwig se pusieron de acuerdo mucho antes de la exposición para sincronizar sus dos exposiciones -en Colonia, Richter expuso una retrospectiva completa de su obra-, de manera que ambos museos pudieran beneficiarse del trabajo de la prensa y con vistas a la publicidad y comercialización.

2. Museo del año de Alemania 2009
En 2009, el Museo Morsbroich fue elegido “Museo del año de Alemania» por la Asociación Internacional de Críticos de Arte (AICA). Este es el premio más importante que puede recibir un museo alemán. En su motivación, el jurado afirmaba lo siguiente: «Ponemos el ejemplo de dos exposiciones realizadas recientemente, «Übermalten Fotografien» de Gerhard Richter y «Projects: Done», una retrospectiva integral con fotografías de Candida Höfer, en las que se puede comprobar el nivel extraordinariamente alto de la actividad expositiva en Leverkusen.
Y ejemplar fue, con toda la heterogeneidad de la oferta, el puente propuesto entre la colección permanente y el programa de exposiciones, para presentar con esmero al público los movimientos artísticos más recientes, tales como el informalismo, el happening y el décollage, la escultura moderna o la nueva fotografía.
Tanto la política autónoma de colección implementada con coherencia, como una serie de exposiciones con su correspondiente catálogo elaborado con criterio científico del Museo Morsbroich han convencido al jurado».

3. Concesión del Premio Justus-Bier a los comisarios de exposiciones Doreen Mende y Markus Heinzelmann por la exposición «PROJECTS: DONE. Una exposición de Candida Höfer con Kuehn Malvezzi» 2010
Ya en el segundo año de su existencia, en 2010 se otorgó a Leverkusen el único premio alemán para comisarios de exposiciones.
«Este galardón premia el trabajo de los jóvenes comisarios de exposiciones en países de habla alemana que han demostrado una especial comprensión del arte de los siglos XX y XXI. Esta distinción se otorga por la destacada calidad lingüística y técnica de los textos del catálogo o por un logro editorial especial convincente en la elaboración de un catálogo. (...) Justus Bier (1899-1990) fue director de la Sociedad Kestner de Hannover desde 1930 hasta 1936. Como Justus Bier era judío, los nazis exigieron en repetidas ocasiones que fuera despedido y que se prohibiera su programa dedicado al arte moderno.
Sin embargo, ni Justus Bier ni su programa cambiaron, ni tampoco fue despedido por la Junta Directiva de la Sociedad Kestner. Junto con su exposición sobre Franz Marc en 1936, el Instituto fue clausurado por la Gestapo». (autorretrato)

4. Mejor programa de exposiciones de Renania del Norte-Westfalia 2015 (Welt am Sonntag)

El museo como embajador de Leverkusen

El trabajo en Morsbroich es seguido con atención y valorado por la prensa regional y, sobre todo, por la prensa nacional. El gran número de premios, la respuesta positiva al programa de Leverkusen y la densa cobertura mediática de las exposiciones ofrecen una imagen extraordinariamente positiva de Leverkusen como un lugar para el arte contemporáneo. De este modo, Morsbroich no debe ser subestimado como una parte de la publicidad y del marketing urbano de Leverkusen. Mientras que la información sobre la planta química de Leverkusen y sobre Leverkusen como ciudad deportiva se tiñe ocasionalmente de críticas, dando así una imagen ambivalente, la cobertura nacional sobre el Museo Morsbroich casi siempre es positiva.

Una búsqueda cualificada en internet de las páginas publicadas sobre las actividades culturales más populares en Leverkusen confirma, con vistas a la publicidad de la ciudad, el amplio alcance que tiene el Museo Morsbroich:

„Leverkusener Jazztage“ 178 000 resultados
„Museum Morsbroich“ 127 000 resultados
„Sensenhammer“ 36 000 resultados
„Forum Leverkusen“ 32 700 resultados
„Bayer Kultur“ 15 000 resultados
„Japanischer Garten Leverkusen“ 6 500 resultados
„Erholungshaus Leverkusen“ 4 800 resultados


Conclusiones y perspectivas

El Museo Morsbroich constituye indiscutiblemente uno de los pocos y más destacados puntos de consolidación de la identidad de los habitantes de Leverkusen. Como parte del foro cultural denominado KulturStadtLev, que entre otras cosas se encarga de la gestión del Gartensaal del museo, de la organización representativa de las instituciones democráticas de la ciudad de Leverkusen y de sus ciudadanos, así como de la actividad del museo, tiene como tarea central aunar los diferentes intereses de la ciudadanía de la ciudad de Leverkusen. También es de crucial importancia el hecho de que la joven ciudad dedicara en 1951 el edificio al arte contemporáneo y lo dotara de un encargo que debía sanar las heridas ocasionadas por el nazismo. Con ello surgió un centro único dedicado a un arte experimental, internacional y totalmente desafiante, con el cual la ciudad de Leverkusen ha logrado escribir la historia social y la historia del arte a la vez.
A pesar de su modesta dotación en comparación con otros municipios, el museo ha logrado mantener su posición única hasta la actualidad, permitiendo a la ciudad de Leverkusen mantener un alto nivel de atención en el ámbito cultural. En los últimos años, el museo ha recibido una gran multitud de premios y distinciones. A través del museo, se ha ampliado la imagen de una ciudad orientada unilateralmente a la industria química. Dentro de la ciudad, el museo es un lugar en el que se reconoce un fuerte compromiso cívico, gracias tanto a un importante trabajo de voluntariado como a un marcado sentido de la comunidad. A través de la asociación Museumsverein Morsbroich e.V., el museo también recibe cuantiosas donaciones de donantes privados, fundaciones nacionales o, por ejemplo, del estado federado de Renania del Norte-Westfalia. El museo también se ha consolidado como una institución educativa importante de la ciudad, algo que le confiere un papel destacado en el fortalecimiento de los ciudadanos más jóvenes, así como de los adultos, fuera de las instituciones de enseñanza.

El museo se ha convertido en un destino atractivo para los ciudadanos de Leverkusen y sus visitantes. Alrededor de 40 000 visitantes disfrutan cada año de una oferta muy variada que abarca desde niños de guardería hasta usuarios en silla de ruedas, desde visitantes de la exposición hasta clientes del restaurante, así como por la política, la economía y la cultura.

La gestión del patrimonio de Morsbroich proporciona un plan para el futuro para la ciudad de Leverkusen. ¿Es posible dar a la «clase creativa» (Richard Florida) y a todos los ciudadanos de esta ciudad un hogar creíble? El Museo Morsbroich es el lugar donde todas las generaciones, sexos, clases y grupos de interés pueden encontrarse. Es importante seguir fortaleciéndolo.

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El 27 de enero de 1951 se inauguraba formalmente el Museo Morsbroich como la fundación de un museo de arte contemporáneo en la aún joven República Federal de Alemania. El alcalde en funciones de la ciudad de Leverkusen, el jefe de distrito William Dombois, resumía para esta ocasión las reflexiones del Consejo Municipal y de la Comisión de Arte expresamente formada para la ocasión como sigue:

 

«La ciudad de Leverkusen ha arrendado al barón von Diergardt su Schloss Morsbroich para los próximos 20 años con fines exclusivamente culturales. El museo municipal ocupará la mayor parte del palacio, en el que ya se han realizado los trabajos preliminares y para el que se ha creado un consejo de administración. El consejo de administración tiene la función de (...) organizar exposiciones permanentes de artistas vivos y dar a todos los movimientos artísticos, sin prejuicios ni preferencias unilaterales, la oportunidad de mostrar su maestría y presentarse a la crítica de arte y al público».
Con estas palabras se formulaba el «principio fundamental para el Museo Morsbroich», que la Comisión de Cultura confirmó nuevamente en diciembre de 1952, y que establecía la legendaria categoría de Morsbroich como el hogar del arte joven, experimental e innovador.

Lo que difícilmente se puede imaginar hoy en día es que, tras doce años de empobrecimiento artístico durante la época del nacionalsocialismo, la vida cultural en la región del Rin se desarrollaba en un primer momento y sobre todo en el ámbito privado. Por ejemplo, en el municipio Alfter, cerca de Bonn, la denominada Sociedad de los Jueves (Donnerstagsgesellschaft) organizó entre 1947 y 1950 exposiciones, conferencias, debates y conciertos, también en las salas de un palacio barroco. Así pues, con la apertura del Museo Morsbroich, Leverkusen se situó a la cabeza de un movimiento cultural que tenía como objetivo volver a legitimar la proscrita modernidad, también a nivel institucional, y recibir propuestas e inspiración del arte contemporáneo para la interacción democrática. La invención de la exposición de arte internacional Documenta en 1955 residía precisamente en esta idea de recuperar los años perdidos y dirigir la mirada hacia un futuro visionario.

Exposiciones del Museo Morsbroich

 

Hasta 1986, en el estado federado de Renania del Norte-Westfalia solo había dos museos dedicados al arte contemporáneo: los museos de arte de Krefeld y el Museo Morsbroich, en Leverkusen. Con su orientación especial, las ciudades de Krefeld y de Leverkusen lograban atraer a visitantes a nivel nacional.

Ya bajo la dirección de Udo Kultermann (1959-1964) y, posteriormente, durante la época del director Rolf Wedewer (1965-1995), el museo Morsbroich organizó numerosas exposiciones legendarias que consolidaron la reputación internacional de Leverkusen como una ciudad museo. Udo Kultermann mostraba en 1960 la primera exposición de museo de «pintura monocromática» en todo el mundo. Del 5 al 7 de mayo de 1961, Kultermann organizó los «Días de la Cultura de Morsbroich», con la participación de Theodor W. Adorno, Max Bense, Helmut Heissenbüttel y otros. En 1962, Kultermann dirigió la primera retrospectiva sobre la obra de Lucio Fontana y en 1963 trajo a Leverkusen al joven arquitecto Oswald M. Ungers como conservador, mientras que, a comienzos de la década de 1980, emprendió la reconstrucción y remodelación del museo. Entre otras cosas, Rolf Wedewer hizo que el año 1969 fuera un año de exposiciones inolvidable, cuando con «Konzeption - Concepción» mostró la primera exposición de museo de arte conceptual del mundo y que aún a día de hoy sigue dominando la producción artística, mientras que con la exposición «Räume - environments» convirtió el palacio de estilo barroco en un itinerario diseñado sala por sala por artistas.

En 1986, el paisaje museístico de Renania del Norte-Westfalia cambió profundamente, cuando la Kunstsammlung Nordrhein-Westfalen inauguró en Düsseldorf su nuevo edificio fuera del concurrido casco antiguo y la ciudad de Colonia dedicó a la pareja de coleccionistas, Peter e Irene Ludwig, un nuevo edificio con una arquitectura representativa en las inmediaciones de la catedral y de la estación principal de ferrocarril. Ambos edificios están dedicados a la modernidad clásica y al arte contemporáneo, al igual que el Museum Abteiberg inaugurado en 1982 en Mönchengladbach.

El programa del Museo Morsbroich


1. Curt Schweicher (1951-1958)

Desde su creación, el programa del museo depende en gran medida de los correspondientes directores de la institución. Como primer director, Curt Schweicher (1951-1956) aplicó con rigor las normas del Consejo y de la Comisión de Arte y su programa se basó en tres pilares:
1. Artistas y grupos de artistas tales como «Rheinische Sezession Düsseldorf» (1951), «Xaver Fuhr - Aquarelle» (1952), «Bergische Kunstgenossenschaft Wuppertal» (1952), «Anton Räderscheidt. Ölgemälde, Aquarelle, Zeichnungen 1922 – 1952» (1952), «Werkkunstschule Krefeld» (1955) o «F.M. Jansen» (1955)

2. Arte de otros países como, por ejemplo, «Schweizer Graphik der Gegenwart» (1951), «Englische Lithos und Monotypien» (1953), «Industrie und Handwerk schaffen neues Hausgerät in USA» (1953), «Das neue Bauen in Holland» (1953), «Fantastische Basler Malerei» (1955), «Brasilien baut» (1956) o «Italienische Malerei heute» (1956)

3. Arte de la modernidad clásica, como «Vom Impressionismus bis zur Malerei der Gegenwart. Eine Wanderausstellung von Reproduktionen. Veranstaltet von der UNESCO» (1951), «Deutsche Kunst des 20. Jahrhunderts aus der Sammlung Haubrich» (1953), «Oskar Moll» (1954), «Fernand Léger» (1955) o «Robert Delaunay» (1956)

Una de las exposiciones más significativas organizada bajo la dirección de Curt Schweicher reunía los tres aspectos de su programa: Ausgewanderte Maler (1955).

El propio Curt Schweicher describía los motivos que le impulsaron a organizar esta exposición:
«Muchos, para quienes el arte es su pasión, querían ver una vez juntos a aquellos artistas que abandonaron Alemania, ya fuera en el momento en el que su arte era destruido en Alemania y su vida estaba en peligro, ya fuera en un momento anterior, cuando su propio impulso artístico de ampliar sus conocimientos les llevó a visitar otros países y ciudades. (…).
Entre ellos también hay artistas que no son alemanes. Alemania era para ellos un país de paso o su país de adopción, que abandonaron voluntariamente o que tuvieron que abandonar. De este modo, la exposición rememora una escena artística alemana, antaño floreciente; una escena artística alemana muy receptiva para la que, más allá de la cuestión del origen nacional del entusiasmo por el arte, quizás sea la internacionalidad de la Bauhaus un síntoma y un símbolo.»

Con esta exposición, Schweicher volvía a profundizar en las ideas fundacionales de los ciudadanos de Leverkusen de que el museo se convirtiera en un símbolo contra la barbarie del nacionalsocialismo y contra su rechazo al arte moderno. La venta de obras de arte de los museos públicos y la presión propagandística que también llegó a ser física sobre los artistas, coleccionistas y el personal de los museos, condujo a la pérdida de un extraordinario patrimonio cultural y a la emigración y al asesinato de artistas: con el Museo Morsbroich se erigía un símbolo contra de la dictadura y su aparato represor, que despreciaban a la persona y al arte por igual. 

2. Udo Kultermann (1959-1964)

Udo Kultermann defendió desde el principio de su cargo un enfoque decididamente progresivo con respecto al arte, interesándose especialmente por las exposiciones transfronterizas. En 1962, el director del museo resumía sus creencias como sigue:
«El museo Morsbroich va a volver a posicionar el arte en el lugar que había perdido en el centro de la comunidad, es decir, vamos a derribar los muros del museo. Y es que es absurdo pensar que un museo exista por sí solo: el museo puede ejercer unas funciones más definibles en la comunidad. El arte no solo existe para el arte. Desde el punto de vista del arte contemporáneo, que debe desprenderse del caos como arte que se comporta de un modo absurdo, Morsbroich tiene la intención de asumir una nueva responsabilidad con el orden y la armonía y, a través de las obras de jóvenes artistas, crear nuevas reglas y patrones, una nueva dinámica y un nuevo ritmo para todas aquellas personas interesadas en la armonización del hombre con su entorno, con los demás y con el cosmos. Al igual que en la sociedad y en la política, aquí se trata de franquear los límites fraguados para superar incluso las barreras existentes entre estos ámbitos tan distintos y volver a integrar el arte en la realidad de nuestra cotidianeidad».

En los cinco años de su labor como director (1959-1964), Kultermann presentó, entre otros, al arquitecto, artista y diseñador suizo Max Bill, quien, como maestro en la Escuela de Artes Aplicadas de Zúrich y uno de los fundadores de la Escuela Superior de Diseño de Ulm, defendía el concepto de artista sin fronteras, comprometido con la política y la sociedad. La legendaria exposición «Monochrome Malerei» (Pintura Monocromática) con la que Udo Kultermann presentó por primera vez en la primavera de 1960 el concepto de un «nuevo arte sin arte», la «expresión de una visión de nuestra sociedad, que va más allá del arte». Y el artista cosmopolita Lucio Fontana, a quien Udo Kultermann presentó en el Museo Morsbroich del 12 de enero al 4 de marzo de 1962 con la mayor retrospectiva de su obra hasta el momento.

También presentó «Roberto Crippa» (1960), la exposición «Ad Reinhardt, New York, – Francesco Lo Savio, Rom, – Jef Verheyen, Antwerpen». En 1961 presentó una exposición comisariada por Yona Friedman sobre «Arquitectura Móvil» y en el mismo año organizó las «Jornadas de arte de Morsbroich» con un marcado carácter interdisciplinar, en las que participaron Theodor W. Adorno, Max Bense, Otto Mauer, Umbro Appollonio, Heinz-Klaus Metzger, der Tänzerin Kaluza, Frei Otto, Norbert Kricke, Gerhard v. Graevenitz así como Helmut Heissenbüttel, Franz Mon y Hans G. Helms. En 1962, presentó la gran retrospectiva de Kazimir Malevich, iniciada por el Stedelijk Museum Amsterdam, con la que, por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, se volvía a mostrar al gran público la obra del suprematista ruso. En 1962, Kultermann organizó una gran exposición sobre el constructivismo y en 1963 presentó «Die gläserne Kette. Visionäre Architekten aus dem Kreis um Bruno Taut 1919–1920», para cuya ejecución logró la colaboración del joven Oswald Mathias Ungers. En 1964, su último año como director, Kultermann  mostró, entre otras cosas, la obra gráfica del director soviético Sergei Eisenstein, junto con la proyección de algunas de sus películas.

Este estricto enfoque interdisciplinario y basado en un cambio fundamental de la sociedad siempre chocó con la comprensión de la población. La extraordinaria calidad del trabajo de este director ha sido plenamente reconocida con carácter retrospectivo.

3. Rolf Wedewer (1965 – 1995)

En 1965 ocupó el cargo de director Rolf Wedewer, mucho más audaz que su predecesor y con el objetivo de crear un debate público lo más controvertido posible en su puesto en Leverkusen.
Wedewer presentó exposiciones temáticas radicales, tales como «Realismus der Symptome» (1966), «Tradition und Gegenwart» (1966), «Fetisch-Formen» (1967) y «Fetisch Jugend. Tabu Tod» (1972). Las exposiciones más destacadas fueron, entre otras, las exposiciones montadas en 1969 «Konzeption – Conception» y «Räume – environments».
Durante el periodo de Rolf Wedewer, el palacio fue renovado por el famoso arquitecto colonés Mathias Ungers Oswald (1981-1985). Wedewer aprovechó la reapertura para organizar una brillante exposición comparativa de escultura egipcia y moderna (1986).

4. Susanne Anna y Gerhard Finckh (1995 – 2006)

Mientras Curt Schweicher, Udo Kultermann y el principiante Wedewer mantuvieron unos fuertes enfoques programáticos, Susanne Anna (1995-1999) y Gerhard Finck (2000-2006) realizaron una programación más abierta. Anna se vinculó puntualmente al enfoque de Wedewer en el informalismo, así como a su temprano interés en las controvertidas exposiciones temáticas. Por su parte, Gerhard Finck trató de integrar el modernismo de posguerra con artistas destacados de la talla de Andy Warhol y Robert Motherwell y buscó colaboraciones específicas con colecciones privadas («Darlings: Bilder und Skulpturen aus privaten Sammlungen», 2001; «Franz von Lenbach und die Kunst heute», 2005). En este aspecto, la fructífera colaboración periodística con la editorial Alfred Neven DuMont, cuya colección exhibida de pinturas de Franz von Lenbach Finck presentó en 2004 con motivo de la exposición «Franz von Lenbach und die Kunst heute», y la cooperación con la exposición de jardinería y horticultura Landesgartenschau en Leverkusen en 2005 tuvieron una gran afluencia de público.

5. Markus Heinzelmann (desde 2006)

Markus Heinzelmann dirige el museo desde 2006. Como historiador del arte de formación clásica, Heinzelmann aporta su experiencia en el sector público (Sprengel Museum Hannover 1996-1999) y privado (Director Ejecutivo en Siemens AG 1999-2006). Para el Sprengel Museum, Heinzelmann organizó exposiciones en el campo del arte clásico, moderno y contemporáneo. Asimismo, en colaboración con museos públicos y galerías de arte, organizó para Siemens AG exposiciones temáticas de arte contemporáneo que se adaptaban de una manera especial a la historia y la ubicación de las instituciones colaboradoras.
Sobre la base de esta experiencia y competencias, Heinzelmann ha desarrollado un programa claramente perfilado que se adapta específicamente a la ciudad que alberga el Museo Morsbroich, Leverkusen. 

Reestructuración de las instituciones de Morsbroich

La organización de las instituciones de Morsbroich, en especial, la interacción del museo y del círculo artístico Kunstverein, no era satisfactoria en 2006, debido a que limitaba la independencia y desdibujaba el perfil de cada una de las instituciones. Por ejemplo, la Studiogalerie, situada en el ala sur, también era utilizada por la Kunstverein y por el Museo Morsbroich. Debido a este uso compartido, para la Kunstverein era difícil ofrecer una imagen programática clara de sus actividades. Por el contrario, las exposiciones del museo que se celebraban en la Studiogalerie eran a menudo atribuidas por el público al Kunstverein, en lugar de al museo.
Además, casi la totalidad de la superficie de la última planta del edificio principal del palacio ya no se podía utilizar para exposiciones, porque se utilizaba como almacén y su mantenimiento había sido descuidado en gran medida. Solo dos salas y media anexas se utilizaban para la presentación de una sección transversal del legado de Ludwig Gies, que se exhibía allí inalterada desde 1997.
Para reforzar considerablemente ambas instituciones y lograr que sus actividades programáticas fueran más visibles, en 2007 se acordó con el Kunstverein realizar un programa completo durante todo el año en las instalaciones del ala sur. Al mismo tiempo, la última planta del palacio fue despejada y renovada. Como parte de esta reestructuración, el museo ganó un 40 % más de espacio expositivo, el cual desde entonces alberga el fondo gráfico.
De esta manera, Heinzelmann pudo materializar un objetivo importante de su política para el museo: poder dedicarse más intensamente a la colección del Museo Morsbroich y a su presentación al público de Leverkusen. Así pues, desde la reestructuración, la planta que alberga el fondo gráfico acoge durante medio año la presentación de tendencias más jóvenes y experimentales del campo de las artes gráficas, mientras que la otra mitad del año alberga presentaciones de la colección.
Esto también quedó claro con la inauguración de la planta del fondo gráfico en enero de 2008, cuando en las tres plantas de exposición se presentaron «las obras maestras de la colección gráfica del Museo Morsbroich» bajo el título «Blattgold» (Pan de Oro). Acompañando a esta exposición, el museo editó un extenso catálogo que documentaba y reproducía la colección gráfica del museo con criterios científicos.
Simultáneamente, Heinzelmann reformaba cuidadosamente el parque del palacio para ofrecer a los visitantes de Leverkusen y del recinto del museo una experiencia artística «sin necesidad de entrada». La fuente del artista danés Jeppe Hein («Water Island Morsbroich») ofrece desde 2010 a niños, adolescentes, recién casados, turistas de arte y paseantes por igual una experiencia con el agua inolvidable.
Desde un principio, Heinzelmann también persiguió el concepto de mejorar todo el complejo del Palacio de Morsbroich. Las instituciones que tienen su sede en el palacio, como el Kunstverein, el museo, la tienda del museo, la sala de eventos Gartensaal, el restaurante, el Registro Civil y el parque, debían quedar reforzadas lo mejor posible con la reestructuración, para que Morsbroich pudiera funcionar como un destino atractivo para los ciudadanos de la ciudad de Leverkusen y sus visitantes. Según una estimación conservadora, cada año visitan el complejo del Museo de Morsbroich unos 40 000 personas.

Los tres pilares de la labor programática del Museo Morsbroich:
la colección del museo ─ la historia del museo ─ el lugar como punto de partida de exposiciones

Frente al Museo Morsbroich, los museos de ciudades como Colonia, Düsseldorf y Essen gozan de mayores ventajas gracias a su ubicación y a la continua y elevada dotación financiera. Las entidades responsables invirtieron en el pasado mucho más dinero en el montaje y ampliación de sus colecciones, así como en sus instalaciones, en nuevos edificios, etc. Las autoridades locales han construido infraestructuras de transporte adaptadas a la cultura. Desde hace décadas, estos museos disfrutan de recursos consolidados en el ámbito de la mercadotecnia de la ciudad, publicitando también otras actividades turísticas que patrocinan y complementan la oferta de los museos. Además, los habitantes de estas ciudades se consideran de una manera más pronunciada ciudadanos de su ciudad y se vuelcan de una forma más activa a los posibles puntos de consolidación de la conciencia urbana, del orgullo cívico y de la identificación con su ciudad.
Teniendo en cuenta que el estancamiento de la inversión frente a otros municipios similares o de mayor tamaño que Leverkusen iba a ser difícil de superar en un futuro próximo, Heinzelmann hizo hincapié desde el principio de su gestión en el carácter especial del palacio de Morsbroich. Morsbroich es un lugar histórico (documentado desde 1220), arquitectónico (con edificios de los siglos XVII - XIX) y, desde el punto de vista de la historia del arte, un lugar destacado en la joven ciudad de Leverkusen. Aquí se reúne la sociedad civil para celebrar ceremonias y festejos de gran importancia para toda la ciudad, así como para asegurar su propia historia y singularidad mediante una oferta museística especial. Los ciudadanos de Leverkusen no identifican Morsbroich con la pertenencia a una zona o barrio determinados de la ciudad y, por lo tanto, no forma parte de ninguna rivalidad profunda entre los distintos distritos de la ciudad.

En Morsbroich no se celebran las clásicas «exposiciones de cubo blanco» (exposiciones en un lugar neutro, construido especialmente como espacio de exposición). Sin embargo, sus salas barrocas con ventanales, los techos con ornamentación de estuco y las numerosas puertas de comunicación entre salas hacen de su espacio expositivo un lugar único. Esta característica ofrece al Museo Morsbroich un concepto que utiliza en sus exposiciones y que hace hincapié en el lugar de la exposición como propuesta única de venta: se deben celebrar tantas exposiciones como sea posible, exposiciones que solo se puedan organizar en Leverkusen o que, por lo menos, puedan mostrarse especialmente bien en Leverkusen.
Así pues, aproximadamente la mitad de todas las exposiciones celebradas en Morsbroich desde 2006 se refieren explícitamente al lugar como espacio arquitectónico o social, a la historia del museo y a su relación con determinados artistas o muy directamente a la colección del museo.

1. El lugar como punto de partida de exposiciones

El museo utiliza regularmente el edificio del castillo como punto de partida y temática de sus exposiciones. El hecho de que sus administradores pongan de relieve la historia del edificio y de sus habitantes, así como su arquitectura, hace que la singularidad de la situación de los habitantes de Leverkusen ocupe un lugar central: nos encontramos ante un edificio con carácter, experiencia y características especiales, que ofrece a los ciudadanos de Leverkusen y a sus visitantes la posibilidad de encontrarse con el arte y la historia.

Ejemplos:
• Personal Affairs. Neue Formen der Intimität (2006)
• Ann Veronica Janssens. An den Frühling (2007)
• PROJECTS: DONE. Eine Ausstellung von Candida Höfer mit Kuehn Malvezzi (2009)
• Frauenzimmer (2011)
• Rosemarie Trockel / Paloma Varga Weisz. Maison de Plaisance (2012)
• Zeitgespenster. Erscheinungen des Übernatürlichen in der zeitgenössischen Kunst (2012/2013)
• Thomas Grünfeld – homey. Werke von 1981 bis 2013 (2013)
• Zilla Leutenegger. 13 Räume – Eine Biografie in Kleidern (2013/2014)
• Jäger & Sammler in der zeitgenössischen Kunst (2014)
• Jana Gunstheimer (2015/2016)

3. La colección como punto de partida de exposiciones / Exposiciones de la colección

Aunque la ciudad de Leverkusen ha suspendido desde el año 2004 el presupuesto de compras del Museo Morsbroich, su colección propia es a menudo el centro de las exposiciones. Con cerca de 600 obras del campo de la pintura y la escultura, así como en torno a 4 000 obras del arte gráfico, es una colección relativamente pequeña. Además de las presentaciones individuales tradicionales y de las exposiciones retrospectivas, el museo se centra especialmente, por ejemplo, en la magia como elemento unificador de determinados objetos de la colección o en la gestión de la colección por artistas como Jan Albers y Jens Ullrich.

Ejemplos:
• VIP III. Arena der Abstraktion (2006)
• Blattgold. Meisterwerke der grafischen Sammlung des Museum Morsbroich (2008) und Georg Baselitz (2008)
• Jan Albers & Jens Ullrich: Kollekte (2009)
• Alfred Hrdlicka. Wie ein Totentanz (2010)
• Fred Sandback. Zeichnung, die man bewohnen kann (2011)
• Hans Salentin. Collagen mit Papier und Metall (2013)
• Eine Handvoll Erde aus dem Paradies. Magische Objekte aus dem Museum Morsbroich (2013/2014)
• Blinky Palermo. Das Grafische Werk (2014/2015)
• Asimismo, el Museo Morsbroich mantiene una colaboración ejemplar con la iglesia evangélica Christuskirche de Wiesdorf, donde en 2011 y 2014 organizó exposiciones de obras de Rudolf Schoofs y Franz Hitzler abiertas al público y procedentes de las colecciones del Museo de Leverkusen.

4. La historia del museo como punto de partida de exposiciones

El encargo de fundación del Museo Morsbroich decía en 1951 «celebrar exposiciones permanentes de artistas vivos». Después de más de 60 años de una labor expositiva ininterrumpida, queda claro que el museo ha celebrado una gran variedad de exposiciones de importancia histórica. En la actualidad, el museo recuerda esta historia, no solo para destacar la posición de la ciudad como faro cultural de la innovación y del progreso, sino también para resaltar el impulso de la ciudad de Leverkusen en el presente.

Ejemplos:
• El teatro está en la calle. Die Happenings von Wolf Vostell (2010)
• Keramische Räume. Lucio Fontana, Norbert Prangenberg, Thomas Schütte, Rosemarie Trockel, Markus Karstieß (2014)
• More Konzeption Conception Now (2015)

El programa de Morsbroich en el espejo de otros
Con su modelo basado en tres pilares, el Museo Morsbroich presenta el palacio de una forma intensa a través de la colección, como punto de referencia arquitectónico y social, y de su historia. El diario Neue Zürcher Zeitung (NZZ) alabó este enfoque en 2009 con un artículo de varias páginas sobre la cuestión de la gestión contemporánea de los artículos de colección (12 de diciembre de 2009). Bajo la rúbrica «Zwischen Wunderkammer und Mausoleum» (Entre gabinete de curiosidades y mausoleo), la autora describe el problema: «Un indicador de éxito y un argumento a favor de la financiación pública es y sigue siendo la cuota de visitantes. Cuando se contrae, se estanca la ampliación de la colección y los objetos que forman parte de la misma no se puede ver ni restaurar: el museo se convierte en un mausoleo. (...) ¿Por qué en lugar de invertir en nuevos y espectaculares edificios, así como en eventos fácilmente olvidados, no invertimos en la conservación de museos ya existentes parcialmente deteriorados y en sus colecciones y bibliotecas? ¿Qué tipos de soluciones podemos implementar?»
La autora cita tres instituciones y una red en Alemania que han solucionado este problema de forma ejemplar: el Städel Museum de Frankfurt, los Staatlichen Museen de Berlín y los RuhrKunstMuseen como una unión de un total de 20 museos, así como el Museo Morsbroich de Leverkusen: «Algunos directores de museo amantes de los experimentos nos enseñan cómo se podría actuar. Por ejemplo, Markus Heinzelmann creó, en exposiciones cambiantes, puentes significativos entre el arte contemporáneo y obras de su propia colección, convenciendo al jurado de la Asociación de Críticos de Arte para que nombrara al Museo Morsbroich (en Leverkusen) Museo del Año 2009».

Premios y reconocimientos
La calidad de las exposiciones y la gestión especial de la colección, del lugar y de la historia de Morsbroich ha atraído la atención a nivel nacional. Gracias a esta gestión, por primera vez en sus más de 60 años de historia el museo de Leverkusen ha sido premiado en diversas ocasiones en los últimos años.

1. Exposición del año en Renania del Norte-Westfalia 2008 El premio a la exposición del año (Welt am Sonntag), que cada año otorga un distinguido jurado formado por expertos, es el premio más importante para los museos dentro del estado federado. En 2008, la exposición «Gerhard Richter. Übermalte Fotografien» comisariada por Markus Heinzelmann, fue seleccionada para la exposición del año. Esta exposición fue organizada en estrecha colaboración con el artista residente en Colonia y en ella se exhibieron un total de 500 obras de un género hasta entonces prácticamente desconocido en la obra de Gerhard Richter. La colaboración en esta exposición con el Museum Ludwig de Colonia fue totalmente innovadora. El Museo Morsbroich y el Museum Ludwig se pusieron de acuerdo mucho antes de la exposición para sincronizar sus dos exposiciones -en Colonia, Richter expuso una retrospectiva completa de su obra-, de manera que ambos museos pudieran beneficiarse del trabajo de la prensa y con vistas a la publicidad y comercialización.

2. Museo del año de Alemania 2009
En 2009, el Museo Morsbroich fue elegido “Museo del año de Alemania» por la Asociación Internacional de Críticos de Arte (AICA). Este es el premio más importante que puede recibir un museo alemán. En su motivación, el jurado afirmaba lo siguiente: «Ponemos el ejemplo de dos exposiciones realizadas recientemente, «Übermalten Fotografien» de Gerhard Richter y «Projects: Done», una retrospectiva integral con fotografías de Candida Höfer, en las que se puede comprobar el nivel extraordinariamente alto de la actividad expositiva en Leverkusen.
Y ejemplar fue, con toda la heterogeneidad de la oferta, el puente propuesto entre la colección permanente y el programa de exposiciones, para presentar con esmero al público los movimientos artísticos más recientes, tales como el informalismo, el happening y el décollage, la escultura moderna o la nueva fotografía.
Tanto la política autónoma de colección implementada con coherencia, como una serie de exposiciones con su correspondiente catálogo elaborado con criterio científico del Museo Morsbroich han convencido al jurado».

3. Concesión del Premio Justus-Bier a los comisarios de exposiciones Doreen Mende y Markus Heinzelmann por la exposición «PROJECTS: DONE. Una exposición de Candida Höfer con Kuehn Malvezzi» 2010
Ya en el segundo año de su existencia, en 2010 se otorgó a Leverkusen el único premio alemán para comisarios de exposiciones.
«Este galardón premia el trabajo de los jóvenes comisarios de exposiciones en países de habla alemana que han demostrado una especial comprensión del arte de los siglos XX y XXI. Esta distinción se otorga por la destacada calidad lingüística y técnica de los textos del catálogo o por un logro editorial especial convincente en la elaboración de un catálogo. (...) Justus Bier (1899-1990) fue director de la Sociedad Kestner de Hannover desde 1930 hasta 1936. Como Justus Bier era judío, los nazis exigieron en repetidas ocasiones que fuera despedido y que se prohibiera su programa dedicado al arte moderno.
Sin embargo, ni Justus Bier ni su programa cambiaron, ni tampoco fue despedido por la Junta Directiva de la Sociedad Kestner. Junto con su exposición sobre Franz Marc en 1936, el Instituto fue clausurado por la Gestapo». (autorretrato)

4. Mejor programa de exposiciones de Renania del Norte-Westfalia 2015 (Welt am Sonntag)

El museo como embajador de Leverkusen

El trabajo en Morsbroich es seguido con atención y valorado por la prensa regional y, sobre todo, por la prensa nacional. El gran número de premios, la respuesta positiva al programa de Leverkusen y la densa cobertura mediática de las exposiciones ofrecen una imagen extraordinariamente positiva de Leverkusen como un lugar para el arte contemporáneo. De este modo, Morsbroich no debe ser subestimado como una parte de la publicidad y del marketing urbano de Leverkusen. Mientras que la información sobre la planta química de Leverkusen y sobre Leverkusen como ciudad deportiva se tiñe ocasionalmente de críticas, dando así una imagen ambivalente, la cobertura nacional sobre el Museo Morsbroich casi siempre es positiva.

Una búsqueda cualificada en internet de las páginas publicadas sobre las actividades culturales más populares en Leverkusen confirma, con vistas a la publicidad de la ciudad, el amplio alcance que tiene el Museo Morsbroich:

„Leverkusener Jazztage“ 178 000 resultados
„Museum Morsbroich“ 127 000 resultados
„Sensenhammer“ 36 000 resultados
„Forum Leverkusen“ 32 700 resultados
„Bayer Kultur“ 15 000 resultados
„Japanischer Garten Leverkusen“ 6 500 resultados
„Erholungshaus Leverkusen“ 4 800 resultados


Conclusiones y perspectivas

El Museo Morsbroich constituye indiscutiblemente uno de los pocos y más destacados puntos de consolidación de la identidad de los habitantes de Leverkusen. Como parte del foro cultural denominado KulturStadtLev, que entre otras cosas se encarga de la gestión del Gartensaal del museo, de la organización representativa de las instituciones democráticas de la ciudad de Leverkusen y de sus ciudadanos, así como de la actividad del museo, tiene como tarea central aunar los diferentes intereses de la ciudadanía de la ciudad de Leverkusen. También es de crucial importancia el hecho de que la joven ciudad dedicara en 1951 el edificio al arte contemporáneo y lo dotara de un encargo que debía sanar las heridas ocasionadas por el nazismo. Con ello surgió un centro único dedicado a un arte experimental, internacional y totalmente desafiante, con el cual la ciudad de Leverkusen ha logrado escribir la historia social y la historia del arte a la vez.
A pesar de su modesta dotación en comparación con otros municipios, el museo ha logrado mantener su posición única hasta la actualidad, permitiendo a la ciudad de Leverkusen mantener un alto nivel de atención en el ámbito cultural. En los últimos años, el museo ha recibido una gran multitud de premios y distinciones. A través del museo, se ha ampliado la imagen de una ciudad orientada unilateralmente a la industria química. Dentro de la ciudad, el museo es un lugar en el que se reconoce un fuerte compromiso cívico, gracias tanto a un importante trabajo de voluntariado como a un marcado sentido de la comunidad. A través de la asociación Museumsverein Morsbroich e.V., el museo también recibe cuantiosas donaciones de donantes privados, fundaciones nacionales o, por ejemplo, del estado federado de Renania del Norte-Westfalia. El museo también se ha consolidado como una institución educativa importante de la ciudad, algo que le confiere un papel destacado en el fortalecimiento de los ciudadanos más jóvenes, así como de los adultos, fuera de las instituciones de enseñanza.

El museo se ha convertido en un destino atractivo para los ciudadanos de Leverkusen y sus visitantes. Alrededor de 40 000 visitantes disfrutan cada año de una oferta muy variada que abarca desde niños de guardería hasta usuarios en silla de ruedas, desde visitantes de la exposición hasta clientes del restaurante, así como por la política, la economía y la cultura.

La gestión del patrimonio de Morsbroich proporciona un plan para el futuro para la ciudad de Leverkusen. ¿Es posible dar a la «clase creativa» (Richard Florida) y a todos los ciudadanos de esta ciudad un hogar creíble? El Museo Morsbroich es el lugar donde todas las generaciones, sexos, clases y grupos de interés pueden encontrarse. Es importante seguir fortaleciéndolo.